No hay duda de que el Sol, llamado también «Calendario Azteca», es una de las piezas más representativas de nuestro museo. Fue descubierto en diciembre de 1790 durante las obras de nivelación de la Plaza Mayor de la ciudad. Simboliza la concepción del tiempo para los mexicas; Sin embargo, no funcionó como un calendario. Al centro está la imagen del Quinto Sol, Nahui Olin o Movimiento Cuatro y el rostro de Tonatiuh, dios del Sol, con la particular representación de tener sólo la mitad inferior de la cara descarnada y la parte superior normal, lo que simboliza La vida y la muerte. A su vez, en cada esquina del signo Olin hay el nombre de los cuatro soles: Nahui Océlotl (Cuatro Jaguares), Nahui Atl (Cuatro Aguas), Nahui Quiáhuitl (Four Rain) y Nahui Ehécatl Viento). Según la mitología nahua del período Postclásico, el mundo, tal como lo conocemos hoy en día, ha atravesado diferentes épocas de creación y destrucción. Relacionaron a cada uno de ellos con un sol particular. En una de las versiones del mito, la última era fue destruida por una gran inundación. El Quinto Sol, que según los nahuas es el tiempo actual, terminará debido a fuertes terremotos. El resto de los elementos iconográficos que adornan la Piedra del Sol se distribuyen en círculos concéntricos. Alrededor del centro están los 20 signos de los días, que junto con los 13 números formaron un ciclo de 260 días también llamado Tonalpohualli. Luego hay signos solares y finalmente la representación de dos serpientes de fuego que están en la parte inferior de la imagen. Hugo García Capistrán La Piedra del Sol ha sido interpretada como temalcatl o una plataforma circular, sobre la que se realizó un combate ritual mexicano llamado sacrificio gladiatorio en el que los guerreros que murieron alimentaron al sol con su sangre. La escultura fue originalmente situada horizontalmente en el piso th. La roca que origina este monolito, se remonta al año cero, cuando fue arrojado en forma de lava por el volcán Xitle. Viene del sur de la Cuenca de México, tal vez de San Ángel o el sur de Xochimilco. Fue tallado en la época del esplendor mexicano, alrededor del año 1512, y las imágenes en su superficie se refieren a la cosmovisión de esa ciudad. Pesa 24,5 toneladas y su diámetro es de 3,6 metros. Desde su creación, la escultura se ha desplazado siete veces hasta llegar a su actual ubicación, el Museo Nacional de Antropología, en la Ciudad de México. Se cree que La piedra fue remolcada entre 12 y 22 kilómetros hasta el interior del Recinto Sagrado de Tenochtitlán (Cercado Sagrado de Tenochtitlán) ayudado con cuerdas, palancas y rodillos y con el trabajo de cientos de hombres. Como resultado de la destrucción de la Ciudad de México-Tenochtitlan en 1521, los conquistadores españoles arrojaron la escultura, hacia arriba, en la Plaza Mayor (hoy Zócalo) al norte de la acequia real y al oeste del palacio virreinal. En la segunda mitad del siglo XVI, el arzobispo Alonso de Montufar ordenó voltearlo boca abajo y enterrarlo porque, según él, la piedra provocó una mala influencia sobre los habitantes . El 17 de diciembre de 1790, después de 200 años de enterramiento, fue encontrado fortuitamente bajo el piso de la Plaza de la Constitución, cuando la conducción de agua y el pavimento de piedra funcionan . La piedra estaba hacia abajo y enterrada a 41,8 cm de profundidad a 66,8 metros al oeste de la segunda puerta del Palacio Real (Palacio Real). Después de su descubrimiento, la Piedra del Sol fue instalada en posición vertical en la torre oeste de la Catedral Metropolitana, dirigida hacia el oeste con el actual Cinco De Mayo, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. La escultura nativa fue dejada a la vista. En el palacio, fue admirada por muchos y maltratada por otros. Se dice que quien pasó por la escultura arrojó basura y soldados estadounidenses lo usaron como objetivo de práctica durante la ocupación de 1847. Permaneció durante casi 100 años expuesto al aire libre, sufriendo inclemencias climáticas y abusos de personas. En 1885 fue transferido para su protección a la Galería de Monolitos del Museo Nacional, en la Ciudad de México. Los habitantes de la Ciudad de México recibieron con tristeza la noticia de la decisión de encerrar la escultura. Hay un folleto de esos días, que reproduce un poema en el que la escultura gime tristemente porque su inminente transferencia. La maniobra, para trasladar la piedra a la calle Moneda, justo al lado del Zócalo, se realizó con una plataforma, vigas y poleas y Ayudó con cinco trabajadores y 20 soldados, que trabajaron durante 15 días. El viaje del monolito terminó cinco siglos después de ser retirado del Recinto Sagrado de Tenochtitlán (Tenochtitlan Sacred Enclosure), y en 1964.
OPINION:
Esta escultura en mi punto de vista particular y tambien en nuestra cultura general es hoy en di uno de los descubrimientos mas afamados y de gran importancia en nuestro pais ya que representa el calendario solar a gran detalle el cual era utilizado por la cultura azteca y ademas es la representacion del gran conocimiento que estas grandes civilizaciones tenian hoy en dia se encuentra en el museo de antropologia y es una de las piezas mas valiosas y que ha sido utilizada como un simbolo realmente representativo para nuestro pais o incluso para todas las civilizaciones que existieron en nuestro mexico, posee una gran belleza sin dejar a un lado el gran tamaño y peso que posee pensando como es que esta fue transportada al templo donde fue descubierta dejando asi la opinion y reafirmando nuevamente el gran avance y conocimiento que estas culturas tenian.
ARMANDO AMBROSIO 